Los dioses deben estar locos, fue una comedia del género absurdo de bajo presupuesto, dirigida por Jamie Uys, que se estrenó en 1980 y rompió récords, lo que llevó a tener mas de 4 películas de esta franquicia. Filmada con bajo presupuesto y enteramente en Botsuana, siempre con el mismo actor que era un nativo Bosquimano de Namibia llamado N!xau.
El film tuvo otras cuatro secuelas: The Gods Must Be Crazy II (1989). Crazy Safari (1991), Crazy Hong Kong (1993) y por último, The Gods Must Be Funny in China (1994). Las tres películas finales de la serie son producciones de bajo perfil en la recaudación e igualmente filmadas con un presupuesto limitado. Fueron realizadas en Hong Kong, con historias desarrolladas en esa región administrativa especial y presentadas en idioma cantonés; sin embargo mantienen la esencia cómica de las dos originales sudafricanas y comparten a su mismo protagonista, Xi (N!xau).
CURIOSIDADES
Tiene muchos datos locos este film, ya que la primera entrega recaudó mas de 100 millones de dólares, y se dice que el actor en toda la saga sólo cobró cerca de 2000 dólares, que su primer pago lo tiró a la basura porque desconocía el dinero.
Luego con el tiempo el director, lo compensó con 20.000 dólares y un sueldo de por vida, como una especie de retroactivo, con el cual pudo darle una casa de material y mantener a su familia en su lugar natal, donde falleció en 2003.